El canto de las sirenas (Parte 2)
Vivimos bajo influencias planetarias. Podemos también pensar que existe un mundo celeste y un mundo terrestre que interactúan entre sí. Estos movimientos del mundo celeste y mundo terrestre definen un axioma en los Lenguajes Simbólicos: “Lo que está arriba está abajo, lo que está abajo está arriba”.
Las formas de interactuar son muy variadas y como nuestro Universo es Dual, vamos interpretar estas influencias planetarias como sutiles y densas. Sutiles cuando están dentro de lo más puro, que manifiestan lo Divino, vibran acorde con la Inteligencia Suprema. Densas cuando vibran lo más burdo, formas instintiva o primitiva del Hombre en las experiencias de vida.
El 2020 se quedará en la historia. Estamos viviendo un período de grandes movimientos planetarios que muestran aquello que construye el Hombre con estas vibraciones. Lo que apareció fue la asombrosa debilidad de las sociedades en todo el planeta Tierra. No importa la raza, la religión, el continente o el hemisferio, el juego del poder de las potencias mundiales van de la omnipotencia que llegó a su extremo y dio vuelta, llevándonos al contacto con la impotencia.
El cuerpo -representación del mundo terrestre- cuando presionado, disgustado o reaccionado a su propia vibración burda, crea nuevos cuerpos, nuevos organismos, nuevas enfermedades. Cuando ellas surgen son desconocidas y nos llevan a vivir momentos de grandes desequilibrios, denominados epidemias.
Dentro de los Lenguajes Simbólicos se define Equilibrio = Salud, Desequilibrio = Enfermedad.
Estamos probando, teniendo contacto con la señal de nuestro cuerpo -una vez más, porque en la historia ya pasamos muchísimas epidemias- que nos indica no sólo un desequilibrio físico -de la materia-; además un desequilibrio emocional, mental, espiritual económico, social, religioso, ético, etc.
Lo espeluznante de esto momento es que para aprender a incorporar este nuevo organismo en nuestras experiencias cotidianas tenemos que parar todas nuestras actividades, vivir encerrados en casa, a fin de dejar que la contaminación -necesaria- sea gradual, tenga menor intensidad dando tiempo a que, poco a poco, vayamos incorporándolo.
Y un día el mundo paró….
Algunos astrólogos dirían que es la influencia del encuentro Saturno/Plutón de los primeros días del año 2020; otros tendenciosos hacia la influencia que se dará con el encuentro de Júpiter/Saturno de los últimos días del año. Todo eso está presente… y vamos a seguir hablando de lo que está arriba está abajo y lo que está abajo está arriba.
